El caso del avión venezolano iraní retenido en el aeropuerto Ezeiza de Argentina, ya se ha cobrado el trabajo de dos funcionarios en Paraguay y ahora se pide que sea citada la embajadora de Venezuela en Argentina, Stella Lugo.

Ahora no sólo están sin pasaportes y retenidos los cinco tripulantes iraníes sino que también los venezolanos tuvieron que devolver sus documentos y se encuentran en la misma situación que los iraníes.

El avión se quedó en la pista porque ninguna empresa quiso recargar el combustible a la aeronave por temor a las sanciones de Estados Unidos.

En Argentina, sectores de oposición y la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), ocurrieron ante la justicia y lograron que quedase varado, “ante la sospecha de que pudieran pertenecer a empresas vinculadas a la Guardia Revolucionaria iraní, según trascendió este lunes”.

El juez federal Federico Villena ordenó la retención de los pasaportes de los tripulantes iraníes «por el término de 72 horas» y a la Policía aeroportuaria «que informe sobre cualquier movimiento» del avión Boeing 747.

Según el fallo, esa medida se fundó en «la sospecha razonable de que la razón esgrimida al ingresar (a Argentina) podría no ser la real o verdadera».

La aeronave que llegó a Argentina el 6 de junio procedente de México, según una denuncia de congresistas de la oposición, pertenece a la empresa EMTRASUR, una filial de la venezolana CONVIASA, bajo sanciones del Tesoro de Estados Unidos.

«Con posterioridad al ingreso se recibe información de organismos extranjeros que advertían acerca de la pertenencia de parte de la tripulación a empresas relacionadas con la Guardia Revolucionaria de Irán», dijo el lunes a la prensa local el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández.

Los controles rutinarios detectaron «cosas que no eran lógicas. Habían declarado una tripulación que era menor a la que viajó y eso llevó a una investigación», señaló Fernández.

Sobre los viajeros no pesaba ninguna alerta de INTERPOL, afirmó el funcionario.

«Se les dio autorización para dormir y no se fueron por falta de combustible. Las empresas de acá no le quieren cargar (combustible) por una posible sanción de Estados Unidos», añadió.

El avión de carga, con 14 tripulantes venezolanos y cinco iraníes, arribó con autopartes.

Luego de aterrizar en la provincia de Córdoba (centro) voló a Buenos Aires.

El 8 de junio despegó e intentó aterrizar en Uruguay, pero le fue negada la autorización, por lo que regresó a Argentina.

La reacción de Teherán este lunes fue calificar los hechos de propagandísticos.

«Las últimas semanas están llenas de propaganda, operaciones psicológicas, guerra de palabras para provocar un sentimiento de inseguridad (en Irán) y este caso forma parte de ello», declaró el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, Said Khatibzadeh.

Argentina considera sensible la presencia de viajeros iraníes, debido a las alertas rojas de captura emitidas por INTERPOL que rigen para exgobernantes de ese país, acusados por el atentado contra el centro AMIA de la comunidad judía argentina en 1994, que dejó un saldo de 85 personas muertas y unas 300 heridas.

La decisión del juez Villena se produjo ante una petición de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), en tanto representante de la comunidad judía del país sudamericano, de ser parte querellante en la investigación sobre los pasajeros del avión.

El ministro de Seguridad aclaró que los iraníes están en un hotel y que se les tomaron huellas dactilares. Los tripulantes venezolanos, en cambio, se encuentran en posesión de sus documentos.

«Argentina no ha recibido ningún tipo de requerimiento diplomático de Venezuela», explicó el canciller Santiago Cafiero a una radio local.

El ministro sostuvo que el Gobierno aguarda una decisión judicial. «Cuando el juzgado determine el procedimiento a seguir, será lo que vamos a hacer», señaló.

Periodista recopila datos sobre este avión

Sin embargo un periodista argentino, Nacho Montes de Oca, con un espacio en Youtube, recogió toda la información sobre este caso.

Para ello usó varias fuentes como @SerbinPont. A juicio del comunicador, más que un hilo sobre el caso “parece un alambre de púas”.

El avión llegó el 6 de junio con una carga de autopartes contratada y enviada por una empresa extranjera a una automotriz argentina.

Aquí no hay mucho más que investigar porque los papeles estaban en regla y no había otra carga según se verificó. El tema era la tripulación dice Nacho Montes de Oca @nachomdeo.

El avión es un Boeing747 3B3M que necesita cinco tripulantes (Piloto, copiloto, navegante y dos personas para el área de carga).

“Ya tenemos la primera irregularidad, porque el avión vino con 19 tripulantes. Es lo primero que debieran haber notado los funcionarios argentinos. Pero al analizar los nombres, comienzan a aparecer inconsistencias. Si bien el avión tiene matrículas venezolana, sus pilotos son iraníes lo que despierta la suspicacia respecto a quien opera el avión en realidad. Hay muchos pilotos de B747. Pero éste, era tripulado por iraníes”, refiere Nacho Montes de Oca @nachomdeo.

En la lista de tripulantes, aparece Gholamreza Ghasemi, cuyo nombre coincide con el que aparece en el listado de integrantes de la organización Al Qud, la guardia del estado persa dedicada a apoyar a organizaciones terroristas afines.

Sin embargo este Gholamreza Ghasemi no sería el mismo que forma parte de la organización Al Qud debido a la edad.

El sujeto con el mismo nombre que cita Nacho Montes de Oca @nachomdeo fue directivo de Fars Air Qaesm, la línea aérea usada por Irán para abastecer con armas y explosivos a diversas organizaciones pro iraníes en el exterior.

Al Quds tiene dentro de su cúpula al ministro del interior de Irán, Ahmad Vahidi, cuya captura fue requerida a Interpol por ser considerado uno de los autores del atentado a la AMIA de julio 1994, el mayor ataque terrorista ejecutado en Argentina en el que murieron 85 personas, recuerda Nacho Montes de Oca @nachomdeo.

Al Quds opera con Hezbollah, autores materiales del ataque a la AMIA y calificada como organización terrorista por la mayoría de los países del mundo.

Argentina colocó en la lista de grupos terroristas a Hezbollah desde 2019, pero en 2020 el gobierno de Fernández intentó sacarlos.

La respuesta de Israel al intento fue furiosa y desactivó la maniobra, pero no las sospechas de una complicidad poco disimulada del kirchnerismo con esa organización, basada judicialmente en las pruebas obtenidas en la investigación del Memorándum firmado con irán en 2013, dice  Nacho Montes de Oca @nachomdeo.

En ese memorándum, el gobierno de Cristina Kirchner impulsó una iniciativa para sacar a los acusados iraníes de la lista roja de Interpol con una maniobra que consistía en permitir que sean interrogados por la justicia de su país en un trámite obscenamente irregular, agregó el comunicador argentino.

Otro detalle que da a conocer Nacho Montes de Oca es que la nave está asegurada por Razi Insurance CO de Teheran.

En esa operación también hubo 18 venezolanos e iraníes a bordo y su ingreso como tripulantes les inhibió de solicitar visado y hacer el registro consecuente.

Este incidente sucedió el 13 de mayo, hace más de un mes, por lo que hubo tiempo suficiente para tomar nota sobre el modo en que operaba el avión y las sospechas que se iban sumando sobre sus actividades.

En la investigación, se vinculó a Emtrasur con la aerolínea Qeshm Fars Air. Nacho Montes de Oca agrega que habría una relación entre esa línea aérea y  Mahan Air, la empresa que le vendió el avión a Conviasa para que lo opere Emratsur.

Para ello cita a @danilerer quien tiene datos recopilados desde 2020 sobre las actividades de esa empresa paraestatal iraní.

La línea Qeshm Fars Air fue creada en 2013 y su principal avión era el mismo B747 que hoy está retenido en Buenos Aires.

Su destino principal era Damasco, para abastecer a las fuerzas de Hezbollah que atacan a Israel y operan bajo el amparo del gobierno de Al Assad, concluye el periodista.