Cuatro personas perdieron la vida, tres de ellas familia, venezolanos, en un extraño hecho violento en lo que la policía de Orlando, Florida, Estados Unidos, supone un crimen pasional.
Fueron identificados como Zuleika López; su madre y su menor hijo mientras que quien se supone fue el victimario de los tres primeros y luego terminó suicidándose, respondía en vida al nombre de Carlos Soto y era de nacionalidad cubana.
Al parecer Zuleika y Carlos mantenían una relación sentimental desde hace por lo menos dos años.
Larry D. Krantz, jefe de la Policía de Casselberry, informó que los funcionarios policiales llegaron a la escena del crimen luego de que Carlos Soto, el victimario, llamara al 911 y dijera que le habían disparado.
Sin embargo, los agentes presumen que el hombre acabó con su vida luego de cometer el crimen.
Krantz aseguró que Soto compró recientemente un arma de fuego, aparentemente porque la quería como protección ante los recientes tiroteos en las escuelas.
Indicó además que no están al tanto de por qué ocurrió este incidente y precisó que no hay antecedentes de violencia con los individuos fallecidos.
Una vecina de los apartamentos de Casselberry donde ocurrió la tragedia, comentó que sentía afecto por la familia.
“Ella describió a uno de los fallecidos como un adolescente que era muy tranquilo y amigo cercano de su cuñado”, dijo Luana Muñoz, periodista de un medio local.
Zuleika López vivía en Machiques de Perijá, estado Zulia, y decidió emigrar hace algunos años a territorio estadounidense, en compañía de su hijo Víctor Alejandro Araujo.
Se dedicaba a cuidar a una señora, mientras que Soto era empleado de una contratista.
Su madre estaba de visita desde hace dos meses en la residencia de su hija en Estados Unidos.
Tenía previsto retornar a Venezuela aproximadamente en un mes. Ermenegildo López, hermano de la víctima, reveló a Noticias 365 que Zuleika fue amenazada en varias oportunidades por Soto.
«Mi sobrino quedó herido y cuando lo llevaban en la ambulancia al hospital, falleció», indicó.