En 6 días el Tribunal Séptimo de Control iniciará el juicio en contra de dos médicos y la junta directiva de la clínica Santa Sofía debido a que han sido acusados por omisión al socorro, homicidio de dolo eventual y estafa, por la muerte de Diana Josefina Manzini D’Elía el pasado 16 de agosto de 2021.
El Cooperante, entrevista a su madre, Minerva Josefina D’Elía Sánchez, que sabe que eso no le devolverá a su hija pero quiere justicia y que nadie más muera por la falta de humanidad de quienes se supone tienen como fin curar. Ella está convencida que a Diana Josefina Manzini D’Elía la dejaron morir.
Y pensar que todo esto ocurrió por un choque leve. El 26 de febrero del 2021, Diana tuvo un accidente de tránsito mientras circulaba por el Centro Comercial Ciudad Tamanaco.
Estaba lloviendo, su carro se coleó y pegó contra la defensa.
Fue atendida por efectivos del Instituto Nacional de Tránsito Terrestre y en una ambulancia fue trasladada a la sala de emergencias de la Clínica Santa Sofía, a petición de su mamá.
Al ser atendida, los médicos le indicaron que tuvo una fractura en la vértebra L1.
La traumatóloga de guardia le recetó un tratamiento con analgésico y le mandó a usar durante tres meses un corsé.
En tres semanas, la vería para estudiar su evolución.
«Ella hizo su tratamiento durante esos tres meses y después sintió unas molestias. En julio fue a verse con un traumatólogo que la remitió con el doctor Adrián Urdaneta que es el asistente del doctor Foubert y este recomendó realizar una operación ambulatoria denominada vertebroplastia», recuerda la señora Minerva.
Según la página Mayo Clinic, la vertebroplastia es un procedimiento ambulatorio para estabilizar fracturas por compresión en la columna vertebral.
Se inyecta cemento óseo dentro de los huesos de la columna vertebral (vértebras) que se han fisurado o fracturado, a menudo debido a la osteoporosis.
El cemento se endurece y estabiliza las fracturas, lo cual brinda soporte a la columna vertebral.
La operación se fijó para el 2 de agosto. El procedimiento duró solo media hora y cuando Diana estaba en la sala de recuperación, su mamá pudo verla.
«Me dijo que le dolía la cabeza, pero le dieron de alta. Los médicos me explicaron que el dolor podía ser a causa de la anestesia. Pero no fue así, por toda una semana, estuvo con dolor de cabeza, todos los días ella hablaba con el doctor, le pedía que la viera porque no se le quitaba el dolor, pero durante siete días fue inútil. Nunca la vieron. Incluso, se les ofreció que realizaran la consulta a domicilio y que se les pagaba, pero nunca fueron a casa», lamentó.
«A los días, le recetaron unos medicamentos opiáceos y así fue que se le calmó el dolor. El médico le pidió que se practicara una tomografía cuando se sintiera mejor. Pero Diana seguía con malestar. El lunes 9 de agosto la iba a llevar a hacerle la tomografía, pero mi hija convulsionó esa madrugada. De inmediato, la llevé a la emergencia de la clínica. Desde las 5:00 a.m. estábamos allí y el doctor Urdaneta llegó a las 8:00 a.m. Le practicaron la tomografía y tenía un derrame cerebral».
A su juicio, en ese momento, los médicos no sabían qué hacer con Diana.
Quince meses de tristeza
La nota la publica el diario El Cooperante. En Los Tubazos, se hizo una versión del reportaje.
En medio del dolor que la embarga, pese a que han pasado 15 meses, Minerva D’Elía reveló detalles sobre el caso que será expuesto en una audiencia preliminar el próximo lunes, 17 de octubre de 2022.
El Tribunal Séptimo de Control citó a dos médicos neurocirujanos y la junta directiva de la clínica, tras acusarlos de omisión al socorro, homicidio a título de dolo eventual y estafa.
Luego de 10 meses de investigaciones, la fiscal provisoria N°24, Yinelki Guilarte, dictó un acto conclusivo en el cual acusa a Carlos Alfredo Foubert Spier y a Adrián José Urdaneta Páez así como al director de la junta directiva, Germán Cortez Hernández, y a los directivos Gennarino Rosito Camarca, Nicolas Tatoli Daluido, Nora Margarita Pérez Rodríguez, Fernando Luis González Mundarain y Nerio José Bracho Uzcátegui.
Por mil dólares
Recuerda Minerva que los médicos no sabían que hacer luego que Diana sufrió el derrame.
«No se hizo nada hasta que llegó el doctor Foubert. Mi tarjeta no pasaba por el punto internacional para pagar los 1 000 dólares de la emergencia. La clínica no aceptó una transferencia por Zelle y el banco donde estaban los fondos provenientes de una cooperativa porque soy jubilada del sistema de las Naciones Unidas estaba cerrado por la pandemia, así que todo se complicó y dijeron que no podían operarla hasta que no se hiciera el pago”, dice.
La clínica Santa Sofía emitió un presupuesto de 18.200 dólares, de los que 9000 dólares eran por los gastos de la institución y 9 200 dólares del cirujano.
Destaca que gracias a un amigo en común con el director de la clínica que pidió el favor a la junta directiva, operaron a Diana por cortesía. Habían pasado 12 horas, acota.
Recuerda que a Diana la ingresaron a las cinco de la tarde y le hacen una craneotomía; al día siguiente a las 8:30 de la mañana ya la clínica tenía su dinero depositado. “Yo nunca me negué a pagar», afirmó.
Aparentemente, todo había salido bien. Minerva pudo verla, pero Diana insistía en que le dolía la cabeza y mantenía los ojos cerrados.
«Ella estuvo en terapia intensiva y el miércoles en la madrugada, me llama el doctor Urdaneta y me dice que mi hija tuvo un episodio y que hubo que entubarla, que tuvo un paro cardiorrespiratorio. La entuban y después empezó a tener problemas de compensación y al día siguiente, me dijeron que tenía muerte cerebral».
Irregularidades y malos tratos
De acuerdo a la nota de El Cooperante, en medio de la terrible noticia y después de todo lo que había hecho la familia de Diana para que estuviera bien, el doctor Foubert le dijo a la familia D’Elía que Diana padecía un tumor congénito y que esa fue la causa de su muerte, algo que fue descartado a través de un examen, aseguró Minerva D’Elía.
«Teníamos claro que la causa de muerte fue un derrame cerebral pero no sabemos qué fue lo que pasó en esa operación».
Está convencida que el problema fue que no la trataron a tiempo.
Pasaron 12 horas hasta que fue operada porque no se había podido depositar, dice.
Según Minerva, Diana fue atendida en emergencias por un médico residente que era menor que ella. El tiempo que la dejaron sin atención de un profesional es omisión al socorro», agrega.
La madre de la joven además afirmó que fue agredida por el personal de la clínica.
«La arrogancia de los médicos fue muy grande y al presidente de la junta directiva le pareció que era un simple error administrativo. La muerte de mi hija no es un error, sino que la dejaron de atender porque el dinero no estaba en el momento que ellos pedían”.
Aseguró que la clínica le cobró servicios que nunca usó. Cobraron una habitación, tratamientos y el servicio de una nutricionista que nunca usó porque Diana nunca salió de terapia intensiva, dijo.
El Cooperante se comunicó vía telefónica con el consultorio del doctor Foubert, pero este no respondió a una solicitud de entrevista.
¿Quién era Diana?
Diana tenía 33 años y era chef profesional, le gustaba mucho cocinar, afirma su madre.
«Todo el mundo la quería, la querían mucho en el trabajo, sus amigos, en la casa, su hermano, yo. Diana era pura alegría, era un amor con las personas y con los animales», comentó.
Su pasión eran los postres y su dulce favorito era el tres leche de chocolate. En memoria de Diana, su madre planea publicar sus recetas propias.
Tiene recetarios hechos por ella que pienso publicarlos porque tenía una letra muy bonita y usaba marcadores de colores y ha pensado en publicarlos junto a su chef mentor.