Carmen Carrillo

En Panamá fue la reunión que ha dejado en evidencia cómo la oposición “está unida” para salir del gobierno de Nicolás Maduro.

Como decía el famoso periodista venezolano Asdrúbal Zurita, “nos vamos de Tubazos”.

En el encuentro estuvieron, entre otros Manuel Rosales, gobernador del estado Zulia; Julio Borges, ya sin cargo en Colombia, y los demás.

Estos dos fueron los más duros contra el “presidente interino”, Juan Guaidó.

Manuel Rosales, además, mantiene conversaciones con el gobierno a través de Bernabé Gutiérrez, secretario general de AD, o de lo que queda para ser más exactos,  y con Timoteo Zambrano, el aspirante a “Fouché” de la política venezolana.

El “filósofo” del Zulia insistió mucho en la necesidad de salir de ese interinato que ciertamente no ha servido para nada. Y de todas sus dependencias.

Y es que Rosales es doliente de ese “gobierno” porque es uno de los más empantanado con el caso Monómeros.

Mientras Julio Borges, como buen ex copeyano, un poquito más moderado, decía que Primero Justicia, no tenía problema en respetarle el interinato a Juan Guaidó pero con la condición de que le entregaran la embajada de Venezuela en Estados Unidos, o sea en Washington, para ellos, desde Primero Justicia, manejar los ingentes recursos que por Ayuda Humanitaria  consigue ese otro prócer de la patria de nombre Carlos Vecchio.

Pero lo que no entienden, al parecer, los amigos de la oposición que ya no son tan bienvenidos en los cónclaves con los gringos es que Estados Unidos no puede soltar el “gobierno” de mentira de Juan Guaidó porque tampoco se trata de que el imperio sea el hazmerreir del mundo.

Aunque tienen interés en retomar relaciones con Nicolás Maduro, por aquello del petróleo, tampoco se trata de quedar tan expuestos como tontos, “matando” a ese invento del gobierno interino.

Gobierno interino, seguramente inspirado en el gobierno de Charles de Gaulle durante la resistencia desde Londres en tiempos de la segunda guerra mundial. (Tenemos que creer en algo sublime para pensar que en serio Estados Unidos y nuestra oposición, quieren hacer algo por Venezuela).

Pero la Ayuda Humanitaria a la que PJ quiere ponerle la mano, en realidad la maneja David Smolansky, quien es la mano derecha  de Leopoldo López.

Por cierto, ya el “jefe político” de la oposición fijó posición sobre ese tema del interinato y en su “sencilla” explicación por no decir simple, dijo que “Juan Guaidó era el presidente interino no por capricho ni por decisión política sino que es un hecho constitucional”. Y para ello invocó el 233 de la Constitución Nacional.

Para Leopoldo López, “esto fue debido al robo de las elecciones por parte de Nicolás Maduro, lo cual fue reconocido por la Asamblea Nacional en 2015 así como también por 60 países. Eso es lo que da origen al reconocimiento del presidente de esa Asamblea como presidente encargado”.

Está fundamentado en el artículo 233 de la Constitución, que establece que de no haber un presidente legítimo asume la presidencia el presidente de la Asamblea Nacional hasta que haya unas elecciones libres, advierte López.

Claro ayuda mucho a Guaidó y a Leopoldo, no así a los otros, que Juan Guaidó es lo único que le queda al gobierno norteamericano para negociar y si lo desmontan van a quedar como el cuento del Rey está desnudo.

Y eso mismo le pasaría a la oposición, así que la verdad verdadera no es el 233 ni el robo de las elecciones sino es lo que se denomina un mal necesario.

Otro tema discutido es el de los recursos, tan vitales para nuestros próceres de la oposición.

La chequera del presupuesto del gobierno interino la maneja Juan Guaidó por eso es que el G3  conformado por Henry Ramos Allup; Manuel Rosales y Julio Borges, no quieren al interino como  candidato a las primarias porque dicen que el tipo va a manejar toda la plata.

Mientras tanto en el VP, de Leopoldo López, no en el inventado por el gobierno de Maduro, no hayan qué hacer con Juan Guaidó porque aunque Leopoldo López insiste en que Juan Guaidó debe ser el candidato presidencial, porque según Guaidó él siempre aparece en la parte superior de la triada, en el primero, el segundo o el tercer lugar para la presidencia, en el partido no lo quieren como candidato.

En cuanto a las conversaciones o el llamado a diálogo entre la oposición y el gobierno, a reiniciarse posiblemente la semana próxima, será un “entente directo” entre el gobierno de Nicolás Maduro y el gobierno de Joe Biden, por lo que los amigos de la oposición quedarán como la guayabera, por fuera.