Vía redes sociales se conoció que la Policía Nacional Anticorrupción de Venezuela solicitó este viernes al Ministerio Público (MP) procesar judicialmente a un número indeterminado de ciudadanos que «ejercían funciones» en el poder público y que «podrían estar incursos en graves hechos de corrupción administrativa y malversación de fondos».

Pareciera que se aproxima una especie de “Noche de los cuchillos largos” dentro del Psuv, pues aunque esta policía anticorrupción creada en el 2014, por el presidente Nicolás Maduro, hizo la solicitud formal ante el ministerio público, los nombres no se conocen.

Por ahora, el Fiscal General Tarek William Saab, se encuentra en Cuba, en ese paraíso de justicia y libertad, reunido con el actual presidente de la isla caribeña, Miguel Díaz Canel.

Por cierto, el comunicado que fue difundido por el gobierno venezolano (algo obvio, no se entiende la tautología), el cuerpo policial explicó que «ha iniciado -ante la Fiscalía- una solicitud de encausamiento judicial de una serie de individuos que, violando el sagrado juramento de honestidad, moral y ética que realizaron para asumir las responsabilidades asignadas, podrían estar incursos en graves hechos de corrupción administrativa y malversación de fondos».

Lo importante de esto es el verbo poder en condicional simple, podría; es decir, ser o no ser, como diría Hamlet.

Sin embargo en la línea siguiente, se señala que “la solicitud,  responde al «resultado de una investigación profunda, realizada por meses, que apunta a ciudadanos que ejercían funciones en el Poder Judicial, en la industria petrolera y en algunas alcaldías municipales del país».

Es decir no debería ser “podría”, debería ser certeza.

«Tenemos la instrucción expresa de que esta investigación se lleve hasta las últimas consecuencias, y no nos detendremos en el sagrado deber de enfrentar el flagelo de corrupción y castigar de manera ejemplar a quienes incurran en estos actos criminales, sean quiénes sean y caiga quién caiga», finaliza el escrito.

La Policía Nacional Anticorrupción fue creada en el 2014 por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en el marco de una facultad extraordinaria otorgada por el Parlamento al jefe de Estado.

En esa ocasión, el mandatario aseguró que este cuerpo se encargaría de «operaciones secretas anticorrupción» y participaría en la promoción de valores y principios de transparencia en los ámbitos educativo, cultural e institucional.

Es decir jugando a ser policía anticorrupción, podrían llevarse presos desde Maikel Moreno, expresidente del TSJ hasta a Tarek El Aissami, vicepresidente para el área económica pasando por Gustavo Duque, actual alcalde de Chacao.

Sólo son especulaciones. No se saben nombres. Son simples ejemplos pero lo que sí es cierto es que así se hicieron las Manos de Metal, la del Hierro y la última donde cayeron por drogas y contrabando de combustibles, una gran cantidad de funcionarios del Psuv y de fuerzas aliadas al Psuv.

Como dato, se recuerda que a casi todos los han liberado, en silencio, pero los han dejado marcharse del país. ¿Qué tal?