Seis religiosas de la Congregación de las Hermanas de Sainte-Anne fueron secuestras por un grupo armado cuando iban a bordo de un autobús en Puerto Príncipe, Haití, el 19 de enero.
La información fue confirmada este domingo por el papa Francisco durante la oración del Ángelus, el cual dedico a Ecuador, Ucrania y Haití. El líder de la iglesia católica lamentó que las monjas, junto a un grupo de personas, fueran extraídas violentamente de la unidad vehicular.
En la nación, la Conferencia de Religiosos y monseñor Pierre-André Dumas, obispo de Anse-à-Veau y Miragoâne, condenaron con “vigor y firmeza” el acto bárbaro que irrespeta la dignidad de las mujeres consagradas a Dios y a los ciudadanos.
Las monjas se trasladaban ese viernes a una escuela en donde imparten clases a jóvenes de sectores pobres y vulnerables de la capital. Ante esto, el obispo exige la pronta liberación de todos los rehenes y el fin de esas “prácticas despreciables y criminales».
Asimismo, insta a la sociedad haitiana a unirse en una cadena de “solidaridad” para el retorno de todas las personas retenidas contra su voluntad en el país y en el mundo.
El Cooperante