La Fiscalía Décima Quinta (15ta) de Puerto Ordaz a cargo de la Fiscal Emily Hernández Márquez, sólo espera que los funcionarios de la Guardia Nacional, de la Carpa de Unare, concluyan las 19 entrevistas pertenecientes a las personas que denuncian la estafa de la que son objeto por parte de los directivos de la Asociación Civil para la Solución Habitacional de Trabajadores y Trabajadores de las Empresas Socialistas de Guayana y Poder Popular (Asoctraemsgpop), para proceder a iniciar el proceso de imputación por los delitos de estafa y de asociación para delinquir.
Se necesitan todas las entrevistas con sus respectivas actas policiales y hasta que los sumariadores de la GNB no concluyan ese trabajo, la Fiscalía está técnicamente atada de manos.
Sin embargo los vecinos no ceden en sus reclamos.
Ni siquiera porque Ysmael Coa, quien es trabajador de Sidor, pero parece que cobra sin trabajar porque jamás va y Luis Rivas, quien se dice sidorista pero no lo es, junto a Tayro Zapata, quien es el cónyugue de Milagros Marcano, concejal y quien ha sido presidenta de la Cámara Municipal de Caroní, ahora veladamente parecen anunciar un nuevo proceso de invasiones en el terreno de Las Peonías, ubicado frente al Centro Comercial Atlántico en la avenida del mismo nombre.
Dieciocho años tienen estas familias esperando por sus casas. Ciertamente el terreno es propiedad privada y está envuelto en un largo litigio entre el Estado y la entidad financiera dueña de las casi 30 hectáreas, pero los vecinos de forma organizada han ido cumpliendo con los requisitos solicitados.
Del lado de la Entidad Financiera regional al parecer también han aceptado algunos arreglos como que les permitan recuperar 7 hectáreas para construir un centro comercial.
Todos los capitostes del sector construcción han cerrado filas con Ysmael Coa, Luis Rivas y Tayro Zapata, quien por cierto fue presidente o coordinador de la empresa de Gas de la gobernación pero a quien sacaron por la puerta de atrás, por algunas presuntas irregularidades ocurridas en la gestión de la empresa que distribuye el gas en bombonas desde la sede en la avenida Cisneros en San Félix.
Por supuesto los vecinos, trabajadores de las empresas socialistas, están preocupados por ese uso de la fuerza pero afirman tener años luchando por un techo y a estas alturas del partido no se van a echar para atrás.
Pareciera entonces que el desorden sobre la propiedad de los terrenos que antes eran administrados por la CVG y que luego pasaron a ser gestionados por la alcaldía de Caroní, en tiempos del ex alcalde José Ramón López se ha profundizado y ahora son unos sujetos, todos con problemas de adicción por lo que deberían ser atendidos, los que ahora son los terrófagos en Ciudad Guayana.
Antes lo fue CVG y los que eran sus amigos. Ahora son los sindicalistas de la construcción que no contentos con acabar las empresas privadas como ferreterías o distribuidoras de materiales y públicas como el consorcio que debió hacer Tocoma pero que no lo hizo, donde empresarios privados, nacionales y extranjeros y sindicalistas se llevaron hasta el cemento blanco de la obra, van a decidir quién tiene casa o techo propio y quién no.
Esa es la nueva forma de “trabajar” de los sindicalistas porque ya no hay empresas a las que extorsionar, ¿Qué tal?
Carmen Carrillo