El consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan informó que el Gobierno del presidente Joe Biden aceptará solicitudes de asilo de venezolanos, pero también de cubanos, haitianos y nicaragüenses.
Desde que se implementó el Parole Humanitario, el programa ofrece 30 000 cupos mensuales a los migrantes de las mencionadas nacionalidades, y les permite trabajar por dos años siempre y cuando puedan probar que tienen a un patrocinador en territorio estadounidense.
Pero una de las condiciones es que el extranjero no hubiera cruzado la frontera de Estados Unidos, México o Panamá a partir de enero de 2023.
«Nos comprometemos a aceptar referencias de reasentamiento de refugiados de personas calificadas de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela que ya se encuentran en México», afirmó Sullivan en un comunicado tras las reuniones mantenidas esta semana en México entre una delegación estadounidense y el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
Aparte del cupo de los 30.000, los migrantes que quieren entrar en Estados Unidos se ven obligados a pedir cita a través de una aplicación de teléfono móvil (CBP One) o a tramitar el asilo en los países por los que pasan, por ejemplo acogiéndose a un permiso de reunificación familiar para ciudadanos de Guatemala, el Salvador, Honduras y Colombia.
«Alentamos a los migrantes a utilizar estas vías legales en lugar de poner sus vidas en manos de coyotes y traficantes peligrosos», reiteró Sullivan, recordando que en caso contrario se exponen a ser deportados y a ser juzgados si insisten en volver antes de 5 años.
Desde el 12 de mayo, Estados Unidos envió a 4 000 cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos a México, informó el Departamento de Seguridad Interior.
El Cooperante