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    Guyana ha entregado concesiones en un mar que no está delimitado

    Apenas dos horas duró el encuentro entre Nicolás Maduro, presidente de Venezuela y el presidente de Guyana, Mohamed Irfaan Alí. Ambos lo hicieron acompañados por sus respectivas delegaciones de alto nivel, según testigos.

    La nota la pública este domingo 17 de diciembre el diario Últimas Noticias y la firma el periodista Eligio Rojas.

    En Los Tubazos replicamos partes de la nota de Rojas sobre todo porque en política siempre es vital conocer al adversario, cosa que por cierto, jamás han entendido nuestros líderes de oposición. Bueno, por lo menos la mayoría. Dos o tres han comenzado a hacer la tarea.

    Nicolás Maduro ingresó al salón de reuniones dispuesto para este encuentro que buscó limar asperezas entre ambas naciones y ya Mohamed Irfaan Alí estaba dentro, sentado frente a la mesa donde se llevaría a cabo el encuentro.

    El Jefe de Estado venezolano se acercó hasta Irfaan Alí y le tendió la mano y le dijo: ¿No me piensas dar la mano? preguntó mientras mantenía la mano extendida en dirección al presidente de Guyana, quién quedó descolocado aunque al final terminó estrechando la mano de su homólogo y vecino.

    Así comenzó el encuentro entre los dos mandatarios.

    Acuerdo de Argyles

    Lleva por nombre Acuerdo de Argyles porque así se llama el lugar donde se llevó a cabo el encuentro.

    Está ubicado en el aeropuerto internacional, a quince kilómetros de Kingstown, capital de San Vicente y Las Granadinas, sitio escogido para la cumbre.

    Oficialmente se denomina Declaración Conjunta de Argyle porque Mohamed Irfaan Alí solicitó que no se incluyera la frase Territorio Esequibo.

    Lo que sí es definitivo es que ambos países acordaron regirse por el Acuerdo de Ginebra, de 1966 y no por el Laudo Arbitral de París de 1899, “para resolver “cualquier controversia” entre los dos Estados”.

    El primero en hablar fue el presidente de Guyana Irfaan Alí, sentado al frente de Maduro.

    Consumió 35 minutos aproximadamente. Ratificó que ya el Laudo Arbitral de Paris dejó zanjados los límites entre Venezuela y Guyana.

     Pásame los papeles

    Luego intervino Nicolás Maduro. “Pásame los papeles”, dijo antes de iniciar su exposición de 30 minutos para responder a su homólogo.

    Uno del equipo le entregó un fajo de carpetas con carátulas color azul que Maduro empezó a desglosar bajo la expresión que le funcionó como título de esa primera media hora: “la independencia no nos la regalaron”.

    En esa media hora, Maduro aprovechó para enseñarle a Irfaan mapas de Venezuela antes del Laudo Arbitral, es decir el de la Capitanía General (1777) y después del 3 de diciembre pasado, cuando la mayoría de los venezolanos votó a favor de crear el estado Guayana Esequiba, ubicado en ese brazo que en un tiempo lo pintaban con rayas verticales y la inscripción “Zona en Reclamación”.

    La media hora de Maduro también incluyó preguntas y advertencias hacia su par guyanés.

    “¿Qué pasaría su fuera Venezuela la que estuviera haciendo ejercicios militares con el Comando Sur de Estados Unidos?; nos caería el mundo encima”, planteó el presidente Maduro en esa reunión bilateral.

    “Usted le está abriendo la puerta al diablo”, le advirtió a Alí, cuya administración acordó con Estados Unidos la realización de una serie de ejercicios militares en sus fronteras.

    La otra pregunta que dejó en la mesa Maduro estaba relacionada con las licencias otorgadas por Guyana a petroleras, (ExxonMobil entre ellas) para que extraigan crudo y gas de un área marítima (Mar Caribe) aún por delimitar y que incluso comprende parte de la llamada Plataforma Deltana en aguas venezolanas.

    Mientras Maduro nunca interrumpió a Irfaan, éste sí lo hizo en dos o tres oportunidades mientras el presidente de Venezuela hablaba.

    Al último planteamiento de Maduro, Irfaan Alí respondió con esta frase: “pero ustedes tienen a Chevron”.

    Dijo poco de los ejercicios militares que pactó Guyana con Estados Unidos, según testigos del encuentro. “Son para nuestra defensa”, habría respondido.

     El pase de lista

    Maduro tocó entonces lo que muchos consideran quizás el punto más importante por las implicaciones para Venezuela, desde lo geográfico, lo económico y lo político.

    Se refirió al otorgamiento por parte de Guyana de licencias petroleras sobre un mar que no está delimitado.

    “Para delimitarlo se requieren protocolos internacionales”, remató el presidente venezolano a lo cual su interlocutor guardó silencio.

    De seguido, el mandatario tocó el punto de la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

    Le explicó a Alí que el hecho de acudir a ese tribunal de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para que ésta resuelva la controversia por el Esequibo, debe surgir de la voluntad de ambos Estados y que Venezuela no reconoce a ese juzgado.

    Y en ese momento Maduro sacó la lista de los 119 países que no reconocen a la CIJ.

    Al desplegar el papel, Maduro miró a la cara de algunos representantes de esas naciones presentes en la sala.

    “Tú Bahamas, aquí estás en la lista; tú no reconoces a esa Corte Internacional”, dijo Maduro viendo al rostro de Philip Davis, primer ministro de esa isla caribeña.

    “Usted señor Keith (Rowley), ustedes tampoco reconocen a la CIJ”, le dijo en su cara al primer ministro de Trinidad y Tobago. El presidente cerró el pase de lista con Irfaan Alí cuya nación igualmente desconoce a la CIJ, aunque acudieron a ella en el año 2018 para solicitarle que se pronuncie sobre la “validez legal” del Laudo Arbitral de París, documento que coloca a Guyana como poseedora del Esequibo, territorio que forma parte de Venezuela desde 1777 cuando se funda la Capitanía General, según textos certificados.

    Agotada esa reunión bilateral, Maduro se paró de su silla y se dirigió hacia Alí para darle la mano nuevamente. El hombre se inmovilizó otra vez pero finalmente accedió al saludo.

    A las 9:06 pm el presidente Maduro salió de las instalaciones del Aeropuerto Internacional Argyles para tomar el vuelo de regreso a Venezuela.

    Agarrado de la mano de su esposa Cilia Flores, el Jefe de Estado saludó a los periodistas que también estaban a punto de montarse en el avión. “Victoria”, atinó a decir alzando su mano derecha en medio de esa ventolera propia de las terminales aéreas.

    Estuvieron presentes en la jornada: el primer ministro de Dominicana, Roosevelt Skerrit; Celso Amorin (consejero especial del presidente de Brasil, Lula Da Silva) así como los primeros ministros Philip Davis (Bahamas), Mía Amor Mottley (Barbados), Dickon Mitchell (Granada), Philip Pierre (Santa Lucía), Terrence Drew (San Cristóbal y Nieves) y Keith Rowley (Trinidad y Tobago). Por supuesto el primer ministro de San Vicente y Las Granadinas, Ralph Gonsalves y a su vez presidente pro-tempore de Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

    Igualmente acudieron a la cita en calidad de observadores Earle Courtenay Rattay (jefa de gabinete de la Oficina del Secretario General de Naciones Unidas) y Miroslav Jenca (secretaria adjunta del Departamento de Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz de la ONU).

    También estuvo el canciller de Colombia Álvaro Leyva y el viceministro de Relaciones Exteriores de Honduras, Gerardo Torres Zelaya, cuyo país asumirá la presidencia de la Celac próximamente.

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