En casi todas sus fotos, Emily Pacheco aparece con su camisa roja y su cachucha de la Defensoría del Pueblo, apoyando múltiples iniciativas gubernamentales.
La nota la firma Elizabeth Fuentes en El Cooperante. Se trata de la tercera funcionaria de la Fiscalía, relacionada con el caso del Tren de Aragua por el que ya hay dos fiscales detenidos debido a que cobraban coimas por darle libertad a los familiares y miembros de este Gedo delincuencial.
con las cejas tatuadas y el cabello alisado, la hoy prófuga de la justicia amenizaba con su presencia desde «llevar alegría a las niñas y niños del Instituto de Educación Especial Bolivariano en La Pastora» hasta apoyar el 17.º aniversario de la Misión Árbol pasando por la “I Jornada de Actualización y Capacitación para Defensores Públicos Militares”.
Toda una militante que hace solo siete meses hizo acto de presencia, nada menos que en el Diplomado Anticorrupción que impartió la Universidad Católica Santa Rosa (Ucsar) diseñado «para contribuir con el fortalecimiento de las instituciones, la democracia y el Estado de derecho, promoviendo así la cultura de transparencia, ética y responsabilidad», como señaló la nota de prensa que publicó en su momento el portal de la Defensoría.
Una actividad académica cuyo ponente fue el contralor general de la República, Elvis Amoroso -organismo donde ella había trabajado- y donde los expositores fueron el segundo vicepresidente del Tribunal Supremo de Justicia, magistrado Henry Timaure, la superintendente del Cuerpo Nacional contra la Corrupción, Jhoana Alodia Ytriago y el superintendente Nacional Antidrogas, Richard López.
Y allí estuvo de lo más atenta la Auditora Interna Emily Pacheco, escuchando una cátedra sobre aquello donde ya parecía experta.
O quizás tomando nota para no meter la pata, sangre fría que le funcionó perfectamente a la hora de escapar de la justicia horas antes de que el fiscal Tarek William Saab la acusara de recibir dinero del Tren de Aragua junto a los ahora detenidos Renny Mundarain y Addys Salcedo, trío de corruptos donde Emily «era el contacto directo con el Tren de Aragua», como aseguró luego el fiscal.
De su historia personal se sabe poco. Solo que venía de la Contraloría General de la República, enfrentaba problemas de sobrepeso y, por la manera como actuó tratando de ayudar al pran Niño Guerrero para que sus familiares obtuvieran beneficios procesales, seguramente se sentía intocable.
Nexos que obviamente le funcionaron a la hora de emprender la huida mientras sus dos cómplices cayeron engañados ante una falsa citación de la fiscalía que los condujo directo a salir esposados y denunciados como corruptos a escala nacional.
De hecho, su voz se escucha en la conversación que reveló Saab a los medios en la rueda de prensa, donde dio a conocer la sorpresiva manera como se enteró de la trama.
Según Tarek William Saab, en una actividad del Ministerio Público Va tu Comunidad, donde apareció de sorpresa y atendió a la gente, alguien que estaba detrás de él lanzó un sobre de manila a la mesa.
El sobre contenía un CD y decía:» Solo para ser abierto por el Fiscal».
Cuando llegué a mi despacho le dije a mi secretaria «Descarga esto». Al terminar las audiencias esa noche, la secretaria me dice:» Esto es grave».
Como es de dominio público, la grabación deja escuchar que Renny Amundarain y Addys Salcedo habían recibido una suma de dinero para que los familiares del Tren de Aragua, actualmente detenidos, fuesen beneficiados procesalmente.
Se escucha a Addys Salcedo decir que el fiscal Renny Amundarain recibió 200 mil dólares cuando, según el interlocutor, le habían pagado más de 300 mil.
«¿En qué cabeza cabe que me va a estafar? ¿Él es más delincuente que yo?», dice el delincuente, indignado porque lo estaban robando.
Todo lo cual hace suponer que fue alguien de El Tren de Aragua quién le entregó el sobre al fiscal Saab para vengarse del engaño de los tres funcionarios.
Buscada ahora por la Interpol, la ex auditora interna de la defensoría, Emily Pacheco, ya no podrá «dotar de diversos insumos, como materiales de oficina, electrodomésticos, luminarias y pinturas, a la unidad regional del estado Amazonas, de Puerto Ayacucho», como lo hizo el año pasado.
Ni participar de las reuniones «para la instalación del Plan Justicia Inmediata» que llevaba a cabo el Defensor Público General, ya que, por lo visto, ahora es ella quien evade la justicia inmediata, esa que la espera a la vuelta de cualquier esquina.