El asesinato de Jovenel Moise, presidente de Haití, en julio del 2021 no hizo sino profundizar la crisis que el país más pobre de occidente vive desde hace décadas.
Entre el Vudú, los terremotos, las violaciones de los cascos azules de la ONU, las diferencias con el otro país con el que comparten la isla, República Dominicana, y ahora la renuncia del primer ministro Ariel Henry, señalado por cierto, de ser uno de los conspiradores en el asesinato de Moise, el país está en manos de nadie.
Grupos delincuenciales que luego de la muerte de Moise y de la asunción de Ariel Henry, empezaron a controlar la distribución de alimentos y combustibles en las calles de la capital y posteriormente se hicieron con el control del país, prácticamente le dijeron al primer ministro que o se iba y renunciaba o iban a ir por él.
Ariel Henry, ha renunciado. Primero abandonó el país con rumbo desconocido y luego apareció en Puerto Rico.
Por cierto, el anuncio de su renuncia lo ha hecho el presidente actual de la Comunidad del Caribe (Caricom) Irfaan Alí, presidente de Guyana, en una rueda de prensa tras una reunión en Jamaica sobre el país, asolado por la violencia de las bandas y una crisis de gobernabilidad.
Henry dimitirá tras «el establecimiento de un consejo presidencial de transición y el nombramiento de un primer ministro interino», anunció el presidente de turno de la Comunidad del Caribe y líder de Guyana, Irfaan Ali, recoge el cable de DW Actualidad.
El dirigente de turno de Caricom, acompañado por otros jefes de Gobierno de la organización caribeña, explicó en una rueda de prensa a última hora del lunes en Kingston que se ha acordado «la creación de un consejo presidencial de transición formado por siete miembros con derecho a voto y dos observadores».
Dominicana advierte repercusiones si no se actúa en Haití
Horas antes, el presidente de República Dominicana, Luis Abinader, advirtió que su país se puede ver obligado a tomar ciertas medidas para mantener su seguridad ante la falta de acción de la comunidad internacional en Haití, a la que recriminó una supuesta lentitud para responder a la violencia y la inestabilidad política y social que dominan la vecina nación.
A su juicio, la comunidad internacional ha demorado en intervenir en Haití, por lo que afirmó: «Después no queremos quejas sobre las medidas que tomaremos para garantizar la seguridad de nuestro país».
El gobernante reprochó la presunta lentitud de la comunidad internacional en hacer frente a la situación en el país vecino, a pesar de que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó en octubre pasado el despliegue de tropas para la pacificación de Haití, donde las bandas armadas dominan gran parte de Puerto Príncipe y otras zonas.
«Hace 5 semanas fuimos a la ONU para reiterar nuestro llamado a la comunidad internacional de que atienda a Haití (…). Advertimos en esa oportunidad de que el país vecino estaba al borde del abismo y creemos que, a raíz de las cosas que están pasando, nos quedamos cortos», añadió el mandatario.
Carmen Carrillo