Por fin el gobierno de Nicolás Maduro anunció dónde estaba el ex ministro de Petróleo y ex presidente de Pdvsa, Tarek El Aissami.
A través de una rueda de prensa, el otro Tarek, pero en este caso el poeta, Tarek William Saab, dio a conocer que El Aissami está vivo y ahora sí va a pagar cárcel como lo establece la Ley.
Junto a él fueron detenidos el empresario Samark López, presidente del Fondo de Desarrollo Nacional y Simón Zerpa, quien fuera ministro de Economía y Finanzas.
Todos estarían vinculados a la trama de corrupción Pdvsa-Cripto, donde a estas alturas del partido, aun no se sabe con exactitud cuántos buques cargados de petróleo se “perdieron” en el mar y cuánto fue el dinero “distraído” en una trama que incluía, criptos y una red de lavado de activos que pasaban por “muñecas” y “muñecos” y la adquisición de bienes por todo el mundo.
Tarek William Saab, dijo en esa rueda de prensa donde no se permite preguntar que “a partir de hechos recientes, de hace apenas unas horas, cinco testigos han sido secuencialmente entrevistados por nuestros fiscales y los órganos auxiliares de justicia correspondientes. Gracias a ello, hemos logrado que se develase la participación directa de los mencionados».
A su vez, detalló que en las próximas horas El Aissami, Zerpa y López serán imputados ante la justicia nacional por la presunta comisión de traición a la patria; apropiación o distracción del patrimonio público; alardeamiento o valimiento de relaciones o influencias; legitimación de capitales y asociación.
Estructura
En marzo del año pasado se detectó una red de funcionarios que usaban sus cargos para realizar operaciones ilegales, pero además, más de 150 empresarios también fueron detenidos o sus casas allanadas, pero luego fueron liberados, debido a que los ciudadanos, siempre le pagaron al Estado el dinero correspondiente por la comercialización de buques petroleros.
Hay que recordar que el gobierno nacional, debido a las sanciones, no podía ser el comercializador directo del petróleo por lo que contrató los servicios de empresarios, bróker y armadores para vender el petróleo y recibir el dinero que debía ingresar a las arcas del Estados a través del Banco Central de Venezuela. Pero fueron muy pocos los que actuaron ajustados a derecho.
La mayoría de los ahora detenidos que sería un grupo de 54 personas, pero con los tres últimos alcanzarían los 57 presos, entre civiles, militares, empresarios y funcionarios públicos ya estaban tras las rejas.
Sólo El Aissami estaba “desaparecido”, a pesar de que él había renunciado a su cargo, al conocerse la trama y el escándalo.
Los nombres de Samark López y Simón Zerpa, son los nuevos acusados de la estafa a Pdvsa y que presuntamente habría significado una pérdida para el Estado venezolano que oscila entre los 5 mil millones y los 23 mil millones de dólares.
Aunque dada la gran cantidad de involucrados, la cifra está más cerca de los 23 mil millones que de los cinco mil millones, porque hay solicitudes de extradición para varios sujetos detenidos en otros países, por su vinculación al gigantesco caso de corrupción de Pdvsa.
Nunca en la historia de Venezuela habría ocurrido algo como esto, robar a Pdvsa de la forma que lo hicieron, al punto que técnicamente no solo terminaron de hundir a la compañía petrolera venezolana, que llegó a ser una de las 10 más importantes del mundo sino que además afectaron los ingresos de los estados y de los ciudadanos al apropiarse de dineros que eran de todos los venezolanos porque formaban parte del patrimonio del país.
Según Tarek William Saab, “pudieron por fin, echarle el guante” a Tarek El Aissami, debido a que cinco de los involucrados, se acogieron a la figura de testigo protegido y se sentaron y echaron todo el cuento.
Fue algo tan específico que cada uno de los involucrados confirmaba lo que había dicho el que había declarado antes que él, fue una especie de rompecabezas donde cada testimonio servía para ir encajando las piezas.
A juicio del “Tarek bueno”, la manera en que estos sujetos se unieron para realizar esta actividad pudiera calificarse como una de las más graves conspiraciones económicas para implosionar casi que totalmente el dólar paralelo”, señaló Saab.
Destacó la complejidad de las investigaciones llevadas a cabo por los fiscales del Ministerio Público, debido a la estructura utilizada para cometer estos delitos.
Daños
Tarek William Saab detalló con mucho lujo como los involucrados contrataban con el gobierno venezolano la compra de buques petroleros, buques que ellos colocaban en las terminales petroleras de Venezuela, donde eran cargados con el petróleo.
Pagaban un adelanto para dar fe de que estaban en el marco de la Ley y después que el buque entraba en aguas internacionales, se “perdía”, lo “robaban” o se “hundía” y era el Estado venezolano el más afectado.
La otra forma de robar al país era que los individuos señalados vendían el buque con petróleo y no ingresaban el dinero a las cuentas del Estado a través del BCV.
Los involucrados cambiaban los dólares en monedas digitales y se iniciaba entonces la segunda fase de la estafa porque empezaban a “marear” a los funcionarios responsables de cobrar ese dinero, diciéndoles que tuvieran paciencia que esperaban la llegada de las criptomonedas, cosa que no pasaba o pasaba por menos de lo que se había pactado inicialmente.
“Las asignaciones para la venta de crudo venezolano se hacían algunas con conocimiento del El Aissami y otras las hacía Pérez Suárez en reuniones clandestinas en su oficina; donde pactaban la venta en precio hasta tres cuartas partes por debajo del valor del producto, generando pérdidas al Estado venezolano”.
También se contaba con empresas que emitían facturas infladas por concepto de servicios para luego repartirse este sobreprecio.
Para ello, se creó una oficina denominada Unidad de Trabajo Especial, que se encargaba de maquillar las cuentas para burlar las auditorías de la Vicepresidencia de Finanzas.
El dinero producto de estas operaciones, entre otras cosas, se utilizaba para la adquisición de bienes muebles e inmuebles, remodelaciones, monedas digitales, granjas de minado de criptomonedas, además de ser distribuido en cuentas bancarias y billeteras digitales fuera del país.
También se utilizó el dinero para la contratación de distintos tipos de servicios que fueron pagados con divisas en efectivo.
“Aparte de la corrupción financiera, de su actividad totalmente en contra de la democracia y el Estado venezolano, su intención era a la vez mantener una red de prostitución de jóvenes de nacionalidad venezolana e incluso extranjera. Una modalidad que copiaron del tristemente célebre Rafael Ramírez; prófugo de la justicia que también en algún momento será presentado ante los tribunales venezolanos para ser imputado por el Ministerio Público”, aseguró Tarek William Saab.
Sobre el accionar de esta estructura y sus partícipes, Saab explicó que constituyen “una pluralidad de delitos que va a culminar con una sanción ejemplar para estos canallas que, en mala hora, usaron cargos que el Estado les dio para obviamente hacer avances importantes en la economía y se aliaron a empresarios de maletín para buscar con esta combinación económica, destruir la economía venezolana”, sentenció Saab.
Lo único extraño en este caso, es que nadie supo nunca dónde estaba Tarek El Aissami.
Carmen Carrillo