Los esfuerzos de negociación encabezados por Estados Unidos están a punto de cristalizar en un acuerdo que vería a Israel pausar su ofensiva militar en Gaza por dos meses, a cambio de la liberación de más de 100 cautivos retenidos por el grupo terrorista Hamás.
Se anticipa que este pacto, que podría cambiar radicalmente el panorama actual del conflicto, se concretice en las próximas dos semanas.
Los equipos negociadores han redactado un borrador que sintetiza las ofertas de Israel y Hamás, estableciendo un marco inicial para futuras discusiones este domingo en París.
A pesar de subsistir desacuerdos significativos, hay un optimismo cauteloso sobre la factibilidad de un acuerdo definitivo, según han indicado funcionarios estadounidenses bajo condición de anonimato debido a la sensibilidad de las conversaciones.
El viernes, el presidente Biden mantuvo conversaciones telefónicas con los líderes de Egipto y Qatar, países que han servido como intermediarios con Hamás, enfocándose en minimizar las discrepancias restantes.
Biden tiene previsto enviar a William J. Burns, director de la CIA, a las negociaciones de París con representantes de Israel, Egipto y Qatar.
Si Burns logra avances significativos, es posible que Biden envíe a Brett McGurk, su coordinador para Oriente Medio, a la región para finalizar el acuerdo.
La Casa Blanca informó el viernes que ambos líderes recalcaron la importancia de un acuerdo sobre los rehenes para establecer un cese humanitario prolongado y asegurar el envío de ayuda humanitaria a los afectados en Gaza.
También destacaron la urgencia de la situación y la colaboración entre sus equipos para avanzar en las conversaciones recientes.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reiteró su compromiso de liberar a todos los rehenes en una declaración en Israel el sábado.
Aseguró que ya han rescatado a 110 y que trabajan incansablemente para devolver a todos a casa.
Los rehenes han estado en poder de Hamás desde el 7 de octubre, cuando miembros armados del grupo ejecutaron la peor masacre terrorista en la historia de Israel, asesinando aproximadamente a 1.200 personas y secuestrando a 240 más.
Hamás alega que la represalia israelí ha dejado 25.000 muertos en Gaza, cifra que no ha podido ser verificada internacionalmente y no distingue entre civiles y combatientes.
La tregua de noviembre, lograda con la mediación de EE. UU., Qatar y Egipto, permitió una pausa de siete días en el conflicto a cambio de la liberación de más de 100 rehenes de Hamás y 240 terroristas palestinos presos en Israel.
De los secuestrados el 7 de octubre, 136 siguen desaparecidos, incluyendo seis ciudadanos estadounidenses, y se teme que alrededor de dos docenas hayan fallecido.
Las autoridades indican que el acuerdo en proceso de negociación abarcaría un espectro más extenso que previos acuerdos.
Inicialmente, se propone una pausa de 30 días en los enfrentamientos, durante los cuales Hamás liberaría a mujeres, ancianos y rehenes heridos.
Este lapso serviría para delinear los pormenores de una segunda etapa, que supondría otros 30 días de cese de hostilidades, a cambio de la liberación de soldados y civiles varones israelíes retenidos.
Aunque la cantidad de terroristas palestinos a liberar de cárceles israelíes es aún tema de discusión, se percibe como un aspecto resoluble.
Este acuerdo también facilitaría la entrada de mayor ayuda humanitaria a Gaza.
El plan no contempla un cese al fuego permanente, como demanda Hamás para liberar a todos los retenidos.
No obstante, se considera que si Israel suspende sus operaciones militares por dos meses, es improbable que las reanude de la misma forma.
Esta tregua abriría una ventana para la diplomacia, posiblemente conduciendo a una solución más integral del conflicto.
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