Félix Rafael Requena/ CNP N° 24.409
Ciudad Guayana.- El pasado 11 de abril se cumplía otro aniversario más de la Batalla de San Félix. Desde tempranas horas de la mañana de ese día festivo las autoridades recibieron el llamado de que una persona había caído hacia el río Caroní, muy cerca del Parque La Llovizna, la víctima, Cristián Duque de 53 años de edad.
De acuerdo a testigos, el comerciante iba junto a otros ciclistas dando su acostumbrado recorrido. Al llegar al puente Zapateral en la avenida Pedro Palacios Herrera una abeja le entró en el casco haciéndole perder el control hasta caer en las aguas del Caroní.
Tras casi tres días de búsqueda su cuerpo fue localizado por las autoridades en las inmediaciones del muelle de Ferrominera Orinoco.
Luego de este lamentable hecho, a través de las redes sociales se generó una controversia sobre la seguridad de ese puente, denominado desde un principio Zapateral o puente Macagua – San Félix, específicamente sobre porque no posee las barandas de seguridad como otros puentes de la ciudad.
Para aclarar este punto, el equipo reporteril de LosTubazos.com realizó una investigación histórica del puente Zapateral para determinar el propósito para la cual fue construido y responder la interrogante de por qué no posee barandas de seguridad.
Luego de consultar varias fuentes, indicaron que nunca existió barandas en ese puente, dejando claro que no fueron robadas, simplemente nunca existieron, ni los huecos que están en el muro de contención son prueba de que alguna vez estuvieron allí, ya que esos eran para la instalación de unos tensores para el encofrado y vaciado de concreto en el mismo.
¿Por qué nunca existieron las barandas? Esta interrogante la respondió el ingeniero Juan Nevado, experto en temas viales, señalando que esa vía no era para uso peatonal sino solo vehicular, anteriormente sirvió como avenida de servicio para trasladar a los trabajadores durante la construcción la represa Macagua.
De acuerdo a la norma “Asshto”, usada para la construcción de puentes, Zapateral sería tipo IV, porque “no tiene el borde, no está creada para paso peatonal, solo vehículos”, expresó el experto, pero cuenta con una defensa de concreto, que, de acuerdo a los planos, son de 1,10 metros.
“Es un puente carretero y de esa manera fue construido en los años 90, cuando es carretero no lleva barandas… Es un puente de acceso a un río donde no deberían circular personas”, detalló también Libardo Herrera, ingeniero de la extinta CVG Edelca.
“Cuando una persona se paraba allí, monitoreaban y salían patrullas con la Guardia Nacional y seguridad de CVG Edelca a moverla. ¿Qué debía hacer la gente? Estacionarse en el Parque La Llovizna y caminar hasta los aliviaderos y toda la caminería hasta el Parque Loefling. Para eso estaba concebido todo”, agregó.
Zona de seguridad
Las avenidas Pedro Palacios Herrera y Leopoldo Sucre Figarella, comprenden el tramo desde la redoma El Dorado (San Félix) hasta el semáforo de las Residencias Loefling (Puerto Ordaz) y consta de 8 canales de circulación vehicular, desde la redoma La Caraota que va hacia los clubes es considerada zona de seguridad por la ubicación de la Central Hidroeléctrica Antonio José de Sucre (antes 23 de enero).
“Era una vía interna para construir la represa y se dejó que fuera una vía principal. El límite de velocidad de esa vía hacia la Leopoldo Sucre Figarella dice que es 40 kilómetros por hora y máximo 70. Es una vía que no es una autopista, aunque la veamos ancha es solo para circulación”, expresó Nevado.
Proyecto de una “ciclovía”
El ciclismo de ruta es un deporte muy practicado en nuestra ciudad y es por eso que desde hace mucho tiempo la Fundación Ciclovías Bolívar ha presentado un proyecto para la práctica del ciclismo.
Aún este proyecto espera su ejecución, pero, ¿se puede convertir las avenidas Pedro Palacios Herrera (donde está Zapateral) y la Leopoldo Sucre Figarella en una ciclovía?.
“Puedes convertir un canal en una ciclovía, donde construyes el canal de la ciclovía y las barandas. Lo puedes hacer porque te quedan tres canales, pero hay opciones”, explicó el ingeniero Nevado.
Actualmente, ese proyecto fue entregado a la Alcaldía de Caroní y se espera la aprobación del Concejo Municipal.
“En la Cámara Municipal estamos trabajando en el anteproyecto de ordenanza junto a los concejales y organizaciones de ciclistas en el estado Bolívar, para lograr una herramienta técnicamente factible y que sea motor de una cultura y educación vial que nos compete a todos los ciudadanos”, dijo la concejal de Caroní Ana Colina mediante una reciente declaración de prensa.
