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La columna de la directora

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La columna de la directora

Se fueron las primarias, llegó el referéndum. Ni la oposición logró la cohesión que necesitaba ni el gobierno mejoró la situación económica del venezolano.

Y mientras tanto las guerras, Ucrania/Rusia  y la de Israel contra Hamas, siguen encareciendo los alimentos y el combustible.

En el caso de Venezuela a pesar del levantamiento de tres o cuatro medidas punitivas contra el país, aun no arranca la producción petrolera.

Se está en la firma de los contratos pero quienes se embarcan en esa acción no tienen idea de las condiciones en las que se encuentran los pozos y los campos petroleros.

El mundo cree que María Corina Machado ganó con el embuste de 2 millones y medio de votos y también está convencido que  Nicolás Maduro es lo peor como gobernante que país alguno pueda tener.

En ambos casos es verdad. María Corina ganó pero no con ese embuste y Nicolás es malo en serio. No juega carrito.

El gobierno es malo pero malo pero la oposición es peor. Han decidido recorrer el mismo camino de los cubanos del exilio.

Y Nicolás hace lo mismo que en Cuba. Crea paraísos turísticos a donde llegan ciudadanos de otros países que en algunos casos no hablan español y ni entienden ni se explican pero viven unas vacaciones maravillosas en Nueva Esparta, Canaima, Los Roques y se marchan hablando de eso.

Igualito que en Cuba, si se es turista y se va a Varadero o se aloja en el Hotel Nacional en La Habana.

Los venezolanos estamos unos centímetros mejor que los cubanos porque hay una clase emprendedora, echada para adelante que genera sus dólares.

Va a conciertos, come en buenos restaurantes, tiene buenos vehículos y eso molesta a nuestra querida oposición que sólo quiere para los venezolanos que están en el país, el más puro oscurantismo para que el mundo vea que “Nicolás Maduro es un dictador que tiene sometida a la gente a la miseria total, por eso tienen que ayudarnos a salir de él”.

Nuestra oposición financiada por la élite del exilio, sobre todo la acostumbrada a vivir de los dólares del Estado, por lo que tumbaron a CAP en mayo de 1993 cuando les dijo que produjeran sus dólares, que el Estado ya no los iba a financiar más, busca regresar al poder para volver al pasado pero ese venezolano y ese país ya no existe.

Maduro lo sabe por eso las encuestas le dan un rechazo del 81 por ciento y por eso María Corina no sacó más de un millón de votos, de los radicales que aún quedan, es decir no creció, ni aumentó, ni captó a nuevos votantes.

Tanto la oposición como el gobierno tendrán que estudiar el fenómeno Taylor Swift pero no como cantante sino por la conexión que logra con la gente, con sus fans.

Los psicólogos no logran explicarse el fenómeno. Debe ser porque todo el mundo se ha acostumbrado a la mentira, al fingimiento y esa muchacha es lo que se ve: Una cantante norteamericana con raíces originarias que pasó de la música folk al Pop, que actúa como lo que es, natural, normal, con la verdad y por eso es una máquina para hacer dinero.

Mientras en Venezuela la verdad sea un problema, ni el gobierno logrará mejorar sus números (tendrá que apelar a las mentiras y al terror, como siempre) ni la oposición se conectará con la gente.

Ambos son mentirosos. Sólo en Venezuela la verdad es un problema.

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Y hablando de la verdad, debo referirme a dos asuntos menores en Ciudad Guayana y los califico de menores porque cuando se es serio, no se actúa así. Estos no son serios.

Los abogados del bufete donde militan Zaddy Elías Rivas Salazar, Gustavo Blanco, entre otros, introdujeron un escrito ante el Juez Primero de Primera Instancia de Juicio para la protección de Niños, Niñas y Adolescentes, contra Massiel Aurora Pellicer Pérez viuda de Silva y su abogado  Eliecer Calzadilla.

Estos dos ciudadanos, Rivas Salazar  y Blanco,  representan a los hermanitos Silva Berti, quienes son dos adultos acostumbrados a atropellar a todo el mundo.

Desde la muerte de Clemente Silva Lezama, quien no era un angelito y todo Puerto Ordaz lo sabe, incluyendo a su familia directa, los bienes, muebles e inmuebles, cuentas, dinero en efectivo, chécheres, aviones, automóviles, oficinas, barcos, bienes en general han sido administrados por los hermanitos Silva Berti.

Les digo hermanitos porque el escrito de 38 páginas sino me equivoco expone a la viuda de Clemente Silva como una especie de “viuda negra” que no los ha dejado ser felices.

Para ello denuncian una campaña de odio en su contra que motoriza el abogado Eliecer Calzadilla quien utiliza mi pluma para eso.

Bueno. Cuando digo que el problema es la verdad en Venezuela, no eximo  a los abogados de los hermanitos Silva Berti ni a los hermanitos porque NUNCA EN MI VIDA TRABAJÉ EN EL CORREO DEL CARONÍ por lo tanto allí ya están mintiendo y segundo  conozco de vista trato y comunicación al abogado Eliecer Calzadilla pero más nada.

NUNCA HEMOS TRABAJADO JUNTOS EN NADA. Es más, tenía tiempo molesto conmigo por un comentario que hice sobre una acción en la campaña cuando él estuvo al lado de Américo De Grazzia.

Ya no está molesto porque me tomé la molestia de llamarlo y preguntarle ¿Por qué aparecía yo? en ese drama de los hermanitos Silva Berti y los abogaditos Zaddy Rivas Salazar y Gustavo Blanco a quienes Massiel viuda de Silva acusó ante el propio jefe del Sebin, de conformar una “asociación estratégica para delinquir, o sea una banda”.

Los insultos de los hermanitos Silva Berti y sus abogados en contra de mi persona fueron pródigos, “generosos”.

Me llamaron palangrista e hicieron una extraña definición del concepto. Yo no pretendo aclararles nada.

Sólo les digo que el último que me llamó así, espera en estos momentos en una cárcel del reino de España, su extradición a Venezuela.

No es la primera vez que Gustavo Blanco y yo nos topamos en la vía. Cuando el Cartel del Hierro lo encontré por vez primera y descubrí que junto a Yamal Mustafá, Omar Sánchez, Mercedes Sánchez, eran los “mandamáses jurídicos” de Guayana y cumplían las órdenes que el embajador de Venezuela en Hungría, José Ramón Rivero, les daba por instrucciones del ciudadano gobernador Francisco  Rangel Gómez.

Fíjense no tuve el valor de Massiel Aurora Pellicer Pérez, de tildarlos de banda o de tribu como se decía en la IV República. Ella lo hizo y yo lo publiqué. Pregunto yo: ¿Dónde está el acto de terrorismo en eso?

Sin ser abogado me atrevo a calificar el escrito como muy lamentable, el de los abogaditos, de estos hermanitos Silva Berti, porque comienzan con la Ley del Odio y terminan pidiendo que los autoricen a vender todos los bienes porque todas las empresas no producen ganancias debido a esa campaña de odio.

Fue en agosto de este año cuando la viuda de Clemente Silva envió la carta al Mayor General Gustavo González López pero el ciudadano murió en el 2021, y desde esa época los hermanitos, sus abogaditos y sus juececitos disponen de los recursos de los bienes de Clemente Silva en Guayana.

En ese tiempo han salido del país; han entrado; han usufructuado los bienes y los han administrado: Los hermanitos, los abogaditos y los juececitos y juececitas como le gusta al chavismo decir, por aquello del lenguaje inclusivo.

En fin, cuando uno ve estos escritos y esos comportamientos, comienza a preguntarse si no tendrá razón la viuda de Clemente Silva porque no es posible que gente con tan poca coherencia sea tan temida en los tribunales. De un ataque de inteligencia no se van a morir. Posiblemente de un ataque de ira sí pero de inteligencia, seguro que no.

Carmen Carrillo

 

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