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    Javier Milei: No hay plata y prefiero una dura verdad a una mentira confortable

    No es un camino de pétalos de rosa lo que ofrece Javier Milei a la Argentina. El nuevo presidente del país sureño, dijo durante su discurso que “los argentinos de manera contundente han expresado una voluntad de cambio que ya no tiene retorno. No hay vuelta atrás, enterramos décadas de fracaso y disputas sin sentido. Comienza una era de paz y prosperidad, de libertad y progreso”.

    El nuevo mantra de este gobierno es “no hay plata” y ajuste.

    Pero además Milei precisó que es partidario de una dura verdad a una mentira confortable.

    El primer economista presidente de la Argentina, no se extendió mucho en su intervención, demostró sus dotes de orador y de docente.

    “Así como la caída del Muro de Berlín marcó el final de una época trágica para el mundo, estas elecciones han marcado el punto de quiebre para nuestra historia”, advirtió.

    “Ningún gobierno ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros”, mientras agregó que la inflación actual es de 15 mil por ciento, casi como Venezuela, aunque por cierto Milei aseguró que o se hacía el ajuste o este país terminaría como Venezuela o Nicaragua.

    Cuando los venezolanos íbamos a pensar que siempre seríamos el peor ejemplo en política.

    Algunos de los anuncios del Primer Mandatario nacional fueron:

    *Habrá un ajuste fiscal de 5 puntos del PBI que caerá sobre el sector público.

    *Aun cuando hoy dejemos de emitir dinero seguiremos pagando los costos del desmadre monetario del gobierno saliente. Lo vamos a pagar en inflación.

    *Es necesario limpiar los pasivos remunerados del Banco Central, de esta manera se pondría fin a la emisión de dinero y con ellos a la única causa de la inflación empíricamente cierta y válida en términos teóricos.

    *El cepo cambiario, otra herencia de este gobierno, no solo constituye una pesadilla social y  productiva, sino que además que el sobrante del dinero hoy es el doble del que había en la previa del Rodrigazo. El Rodrigazo multiplicó por seis la tasa de inflación; un evento similar significaría multiplicar la tasa por 12. Y dado que la misma viene viajando a un ritmo del 300% podríamos pasar a una tasa anual de 3600%. A su vez, dada la situación de los pasivos del Central, la cual es peor que es la que había en la hiperinflación, en muy poco tiempo se podría cuadruplicar la cantidad de dinero y con eso elevar a la inflación a niveles de 15.000% anual. Esa es la herencia que nos dejan, una inflación plantada del 15.000% anual que vamos a luchar con uñas y dientes para erradicarla.

    Se denominó Rodrigazo a un «plan de ajuste» anunciado el 4 de junio de 1975 por el ministro de Economía de Argentina, Celestino Rodrigo, durante la presidencia de María Estela Martínez de Perón y la gestión del por entonces hombre fuerte del gobierno peronista, José López Rega.

    Con el argumento de eliminar la «distorsión» de los precios relativos, Rodrigo impulsó una serie de medidas de shock, que incluyeron una fuerte devaluación del peso, aumento de los servicios públicos, transporte y combustibles de hasta el 180 %,​ y topes a los aumentos salariales acordados en las negociaciones colectivas, con el fin de retrasar considerablemente los salarios reales. Las medidas dispararon la inflación, que pasó del 24 % en 1974 al 182 % en 1975, dando inicio a una década y media de tasas de inflación superiores al 100 % anual.

    *Nos han arruinado la vida y nos han hecho caer por diez veces nuestros salarios. Por lo tanto tampoco nos debería sorprender que nos estén dejando 45% de pobres y 10% de indigentes.

    *No hay alternativa posible al ajuste. Tampoco hay lugar a la discusión entre shock y gradualismo. Todos los programas gradualistas terminaron mal, mientras que todos los de shock -menos el de 1959- fueron exitosos. Si un país carece de reputación, los empresarios no invertirán hasta que vean el ajuste fiscal.

    *No hay plata.

    *No hay alternativa al ajuste y al shock. Impactará de modo negativo sobre la actividad, el empleo, la cantidad de pobres e indigentes. Habrá estanflación, pero no es algo muy distinto a los últimos 12 años. Este es el último mal trago para comenzar la reconstrucción de la Argentina.

    *Habrá luz al final del camino.

    *Se acabó con el ‘siga, siga’ de los delincuentes.

    *La única forma de salir de la pobreza es con más libertad.

    *No buscamos ni deseamos las duras decisiones que habrá que tomar en las próximas semanas, pero lamentablemente no nos han dejado opción. Sin embargo, nuestro compromiso con los argentinos es inalterable. Vamos a tomar todas las decisiones necesarias para arreglar el problema que causó 100 años de despilfarro de la clase política, aun cuando al principio sea duro.

    *Sabemos que en el corto plazo la situación empeorará, pero luego veremos los frutos de nuestro esfuerzo, habiendo creado las bases de un crecimiento sólido y sostenible en el tiempo.

    *Sabemos que no todo está perdido, los desafíos que tenemos son enormes, pero también nuestra capacidad para superarlos.

    *No va a ser fácil, 100 años de fracaso no se deshacen en un día, pero un día empieza y hoy es ese día.

    *Este nuevo contrato social nos propone un país distinto en el que el Estado no dirija nuestras vidas. El que corta, no cobra.

    *No venimos a perseguir a nadie, nuestro proyecto no es de poder, es de país.

    *Aquellos que quieren utilizar la violencia o la extorsión para obstruir el cambio se van a encontrar con un presidente de convicciones inamovibles que utiliza todos los resortes del Estado para avanzar en los cambios que el país necesita. No vamos a claudicar, no vamos a retroceder, no nos vamos a rendir. Vamos a avanzar con los cambios que el país necesita.

    *Prefiero una verdad incómoda a una mentira confortable.

    *Que las fuerzas del cielo nos acompañen en este desafío. Será difícil pero lo vamos a lograr. “Viva la libertad, carajo”.

    Carmen Carrillo

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